Metodología de la Investigación.

Metodología de la Investigación.
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.

Idea Original de los Autores.

4.16.2010

Primeros años del Barrio de San Francisco

Agua Potable


En 1800 los vecinos del barrio de San Francisco se quejaron por la falta de agua en la fuente pública de la Plazuela de San Francisco, pidiendo que se pusiera llave e la alcantarilla, para que los dueños de las casa particulares no tomaran agua de ella. Los señores José Bartolomé, José Ignacio Romero, alguacil mayor y procurador general, asociados al señor Antonio Santa María, fueron a la fuente pública de San Francisco y vieron que había poco agua por estar fuera de la cañería, y no estar en proporción; lo que más conveniente dijeron, era meter la alcantarilla dentro de la cañería para que ésta repartiera por partes iguales (García, 2008, pág. 52).


De ahí se pasó a la parroquia de la Cruz, donde estaba una casa de tocinería por cuya puerta pasaba la cañería, y se encontraron una fuentecilla de la que se abastecía el público y de la que, en ese entonces, tomaba agua dicha para su uso. De ahí se pasó a la primera esquina de la explanada de San Juan del Río, donde estaba también otra fuentecilla pública y a su pie dos alcantarillas, en las cuales se halló una toma de competente tamaño y preguntaron al cañero mayor a quién pertenecía, él dijo que la primera a la casa del Maqui y la segunda a la casa que fuera del regidor José Esteban de Creta (íbidem, p. 53).
"Des este paraje se pasó a la esquina siguiente donde estaban tres alcantarillas juntas, en un lugar que denominaban de las Piadosas, las abrieron y hallaron que tenían crecidas las tomas, por lo que recogieron las llaves" (íbidem, p. 53).

Formación del Río de San Francisco


Del cerro de Amacuatepec, cuyo último nombre fue de Belem, en donde se ubican los cerros de Loreto y Guadalupe, se despeñaba abundante linfa de manantial, que empezaba a correr por terrenos de la que posteriormente fuera la hacienda de Santa María y, desde 1929, colonia de su mismo nombre; aumentado su caudal por el agua que se desparramaba de los veneros de Almoloya, que era en número de cuatro y de los que podemos señalar hoy los sitios donde se encuentran: la casa de las Bombas, la estatua de los Cisnes, los baños de San Juan Bautista y los viejos lavaderos Públicos de Almoloya, en el poético Paseo Viejo, de nombre oficial Paseo Hidalgo, o Paseo de San Francisco. Ya hecho el río, con cause limpio y protegido por una abundante arboleda, abrís su ruta hacia el sur, absorbiendo de los derrames del manantial de Agua Santa, que brotaba del barrio del Alto (cegado en 1885); y los dos veneros: el estrecho por el barrio de La Soledad y por el del Carmen llegaba con impetuosa y precipitada corriente a Huexotitla para alejarse y ser afluente del Rió Poblano (Río Atoyac) (íbidem, p. 59).
Desde el año de 1531 se implantó un sistema rudimentario de agua de los manantiales que consistió en zanjas como conductores del preciado líquido, siendo la primera instalada la del convento de San Francisco, en medio del anchuroso y asoleado patio (íbidem, p. 59).


Puentes sobre el río de San Francisco


Conexos al río de San Francisco y a su historia son los pasadizos que salvaron los obstáculos de las aguas caudalosas, citados de documentos municipales y referidos por historiadores de la ciudad. Hubo necesidad de pasar el río cuando era parte de los habitantes de la recién fundada ciudad de Puebla se trasladó al lado occidental a construir la primera ampliación, que por errónea apreciación histórica se dice segunda fundación de la ciudad (íbidem, p. 62).
El primer puente (de San Francisco), llamado anteriormente de Dolores y 5 de Mayo, en la avenida 10 Oriente 800, se tiende frente al convento franciscano con maderos que atraviesan entre dos pies derechos que eran de madera y se sustituye por paredes y vigas que se cubren con tierra y cantos rodados; para 1555 el corregidor Luis León Romano construyó una obra sólida con bóvedas, en la que cabrían parados dos coches para la ruta de Veracruz. Se salva la barranca, que originalmente se llamó Puente Real, en otras épocas de los Remedios, y del Puente de Antonio López de Santa Anna (íbidem, p. 62).



Conforme la ciudad crecía y había urgencia de unir a los barrios, se tienden puentes sobre el río de San Francisco. Mas no solamente se construyeron puentes sobre esta corriente; en el siglo XVII se citan en el norte de la ciudad puentes sobre “ríos” de aguas sulfurosas que eran peligrosas en sus causes. Así, el Puente de las Culebras, a la altura del barrio de San Matías, por donde partía el Camino Real de México, en la hoy esquina de la avenida Reforma y Calles 11 Norte-Sur (Guadalupe), puente que no era simple pasarela como muchas en las bocacalles de la ciudad, llamado El Portezuelo y también Puente de Guadalupe. El puente ha sido bautizado muchas veces, en distintas fechas, más conocido por Puente Motolinía en la Avenida 2 Oriente 800 (íbidem, p. 62).

CENTRO DE CONVENCIONES


“En 1993, el cabildo del Ayuntamiento que presidía el Licenciado Rafael Cañedo Benítez aprobó el Proyecto Río de San Francisco, que abarcaría 26 manzanas, 4 parques recreativos” (íbidem, p. 56).

“En 1999, el “Proyecto del Río de San Francisco” abarca únicamente 8 manzanas, debido a la devaluación que sufrió el país, no se pudo llevar a cabo el Proyecto como se había planeado, sin embargo, abarca de la 2 Oriente y 14 Norte en donde se localiza la Inglesia de la Luz hasta la Cruz roja, 22 Oriente y boulevard 5 de Mayo” (íbidem, p. 56).

Comprende el Centro de Convenciones que tiene los más modernos equipos de cómputo y electrónicos, de audio y video, traducido en cinco idiomas, comparado a los mejores del mundo, en donde se realizan conferencias y eventos a nivel internacional desde su inauguración en diciembre de 1998, por el Presidente de la República doctor Ernesto Zedillo Ponce de León y el Gobernador del Estado de Puebla, licenciado Manuel Bartlett Díaz (íbidem, p.56).

El centro de Convenciones abarca La Plazuela del Chacuaco, su nombre se debe al “chacuaco” de la fábrica La Mascota, un puente que va a dar al boulevard 5 de Mayo y une al Centro de Convenciones con el Barrio del Artista, el Teatro Principal, el más antiguo de América y el Centro Histórico. Este Centro de Convenciones tiene un auditorio y 10 salones que reciben los nombres de La Esperanza, La Oriental, La Violeta, La Constancia, La Pastora, nombres todos ellos de las fábricas textiles que estaban en este lugar y que desaparecieron en la década de los años 70’ cuando la crisis de esta industria en México (íbidem, p. 56).

"El salón San Francisco tiene una extensión de 3040 metros cuadrados y se divide en 3 salones que reciben el nombre de los barrios al oriente del río de San Francisco. El Alto, Analco y La Luz"(íbidem, p. 57).

En el lugar denominado Estanque de los Pescaditos se criaban carpas y peces dorados, motivo que dio origen al nombre de este lugar. De acuerdo a una placa, se dice que en la época Prehispánica en este sitio había un lago, en el que encontraron vasijas que fueron depositadas como ofrenda, lo que sugiere el culto a una deidad relacionada con el agua. Las más antiguas corresponden al período preclásico medio o superior entre 800 a 1200 A.C. y las más recientes de 200 a 800 A.C. (íbidem, p. 57).



El espacio que ocupaba la fábrica La Violeta es centro recreativo, y se encontraron construcciones del siglo XVI hechas con lodo y madera, en el jardín restos de construcciones civiles que tenían muros de piedra y lodo, y objetos de porcelana de China correspondiente a la dinastía Ming conocida como Carrara (íbidem, p. 57).


CONVENTO DE LAS LLAGAS DE SAN FRANCISCO




El convento de San Francisco de Puebla, llamado de las Llagas, por estar desde su fundación dedicado a La impresión de las Llagas del Seráfico Padre San Francisco de Asís, situado al oriente de la ciudad, al otro lado del río San Francisco, Hoy Bulevar Héroes del 5 mayo, limitaba en el siglo XVIII, al norte con la Calle Real del Alto, donde comenzaba el Camino Real Veracruz, actual avenida 14 Oriente, y la amplia plaza de El Alto, denominada por estar situado en las laderas del cerro de San Cristóbal , hoy de Loreto y Guadalupe, elevado respecto al centro de la ciudad. Barrio que también era conocido como El Alto de los Tlaxcaltecas o Tlaxcaltecapan, por el origen de sus primeros pobladores (Castro, 2006, p. 3).



Algunos cronistas e historiadores, principalmente franciscanos, sugieren que su establecimiento fue resultado de la intervención que tuvieron algunos de los doce primeros franciscanos en la elección del lugar y fundación de la Puebla de los Ángeles. Suponen que los frailes llegaron en 1531 con los primeros vecinos, participando en la asignación y reparto de tierras, traza de la ciudad y primera administración parroquial, estableciendo allí su convento. Otros han considerado que el convento estuvo en el primer lugar asignado para la fundación de la ciudad, por encontrarse allí los indios que se habían traído para el trabajar en acondicionarlo, quedando con su administración parroquial, pero al cambiar a otro sitio la ciudad se encargó a un clérigo secular dependiente del obispo de Tlaxcala la administración de los pobladores españoles, dejando la de los indios a los franciscanos (íbidem, p. 3).



Registraron además una tradición popular, que aludía a la existencia de los vestigios de un pequeño convento, situado en el barrio del Alto, que sus vecinos consideraban como restos de la primera población que allí se fundó, lo cual se consideró como “una cosa inverosímil y desproporcionada”, aunque no se desechó del todo la hipótesis, aceptando la existencia de ese pequeño convento, pero sin precisar la época en que los franciscanos se trasladaron al sitio donde hoy es su gran iglesia. Suponen así que, su establecimiento seguramente se realizó en 1531, pero no hay evidencias documentales al respecto (íbidem, p. 4).

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Idea Original de la Autoria.

Ruinas y Artesanías de Sn. Francisco y Puebla.

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